En el lago Santa María del Oro (SMO) realizamos un estudio paleoambiental para el cual recuperamos una secuencia sedimentaria de xx m de profundidad de la zona somera (ca. 12 m profundidad) del lago.  En esta secuencia realizamos análisis de indicadores biológicos (diatomeas y ostrácodos), de geoquímica elemental por fluorescencia de R-X, susceptibilidad magnética y del contenido de materia orgánica y carbonatos.  El modelo de edad que desarrollamos permite establecer que el registro abarca los últimos 2,000 años de historia del lago. Nuestro trabajo mostró evidencias de que en este tiempo hubo dos etapas con impacto humano más intenso, marcado por la presencia de polen de maíz y de la diatomea Achnanthidium minutissimum, estos eventos ocurrieron durante el Clásico Temprano (años 100 a 400 dC) y en el Post-Clásico (años 1100 a 1300 dC).  Además, también encontramos evidencias de tres etapas de clima seco y niveles lacustres más bajos con la presencia de abundantes valvas de ostrácodos, de diatomeas aerófilas como Eolimna minima, de niveles bajos del elemento titanio (Ti) y concentraciones elevadas de carbonatos en los sedimentos.  El más intenso de estos eventos secos ocurrió en el Clásico tardío, entre los años 500 a 1000 dC, y representan un momento de sequía registrada en todo Mesoamérica y que en Yucatán con frecuencia se identifica como la sequía del Clásico terminal.  Los otros dos eventos secos ocurrieron durante la llamada Pequeña Edad de Hielo, primero entre los años 1400 a 1550 y después entre 1690 a 1770.  Amos eventos coinciden con etapas de baja actividad solar (mínimos de Spörer y Mounder) que se asocian con los momentos de clima más frío durante la Pequeña edad de Hielo a nivel mundial.  Estas etapas de sequía se asume que indican momentos de baja actividad del Monzón de Norte América, que es el principal fenómeno meteorológico que aporta humedad a la región.